La medición del volumen
con material volumétrico en vidrio
El término 'menisco' se utiliza para describir la curvatura de la superficie del líquido. El menisco adopta forma convexa o cóncava. La formación de la curvatura resulta de la relación de fuerzas entre adhesión y cohesión. Si las moléculas del líquido experimentan mayor atracción hacia la pared de vidrio (fuerza de adherencia) que entre si mismas (fuerza de cohesión), el menisco adoptará forma
cóncava. Es decir: hay un pequeño aumento en el ángulo de contacto del líquido con la pared. Esto ocurre en el caso de las soluciones acuosas, por ejemplo. Si el diámetro de una pipeta es adecuadamente pequeño, por ej. el de una pipeta
capilar, la fuerza de adherencia es suficiente no solamente para elevar el líquido en los puntos de contacto con la pared, sino también para hacer ascender el nivel del líquido (efecto capilar). Si la fuerza de cohesión entre las moléculas del líquido es mayor que la fuerza de adherencia que ejercen las moléculas de la pared de vidrio sobre las moléculas del líquido, el menisco adoptará forma convexa. Esto ocurre en el caso del mercurio, por ejemplo.
Indicación importante: Durante la utilización, la temperatura del líquido y del entorno es importante. Mientras que la dilatación de los aparatos volumétricos de vidrio es despreciable, la dilatación de los líquidos a distintas temperaturas debe tenerse en cuenta. Para mantener el error de volumen lo más pequeño posible, los volúmenes de todos los líquidos interrelacionados deben medirse a una temperatura habitual (la que predomine todos los días). En especial para la preparación de soluciones estándar, por ejemplo el pipeteado y la valoración de la muestra deben realizarse a la misma temperatura. También deberán evitarse grandes diferencias de temperatura entre el aparato de medición y el líquido.
Para leer el menisco sin error de paralaje, el aparato volumétrico debe estar en posición vertical y los ojos del operador deben encontrarse a la altura del menisco. En esta posición, el aforo se visualiza como una línea.
Colocando un papel oscuro inmediatamente por debajo del aforo, o una división de la escala detrás del aparato, el menisco se observará más oscuro y podrá leerse más fácilmente contra un fondo claro.
Los matraces aforados, clase A y B, son aparatos volumétricos ajustados por contenido ‘In’, empleados principalmente para preparar soluciones exactas, como por ej. soluciones patrón y estándar, y diluciones. Los nuevos métodos de análisis exigen matraces aforados de pequeño volumen. Los matraces aforados con forma estándar de esta gama de volumen (hasta aprox. 50 ml) se vuelcan fácilmente debido a la posición desfavorable del centro de gravedad y a su relativamente pequeña superficie de apoyo. Los matraces aforados con forma trapezoidal proporcionan una estabilidad mucho mayor. El centro de gravedad está más bajo y la superficie de la base tiene más del doble de tamaño que en los matraces aforados con forma estándar del mismo volumen.